



Todo nos invita a pasear en este tranquilo sendero, el Turia de aguas cristalinas y rápidas nos acompaña en todo el recorrido, ofreciendonos multitud de recovecos donde descansar o pasar el día tranquilamente leyendo a la buena sombra de chopos, eucaliptos y pinos.
Los suaves remansos del río ofrecen gran cantidad de sitios donde bañarse en épocas cálidas, incluso podemos practicar la pesca (con licencia y en zonas acotadas, captura y suelta a mosca). En fin un sitio realmente hermoso en el cual perderse o bien iniciar la travesía del río Turia que nos deja en el Rincón de Ademúz.
Esta maravillosa ruta con tres áreas recreativas y una zona de acampada, se puede realizar como parte de un gran recorrido de varios días por la cuenca del Turia atravesando toda la comarca de los Serranos en la Comunidad Valenciana.
Incluimos cartografía y una galería fotográfica.
Todas las fotografías fueron obtenidas con una Nikon D90
Se trata de un sendero con tres áreas recreativas (antaño zonas de acampada), de corto recorrido pero de gran belleza y sin desniveles apreciables ya que prácticamente vamos todo el rato al lado del rio. Se puede enlazar como parte del recorrido del Turia y desde aquí podemos llegar sin grandes problemas al Rincón de ademúz andando.
El sendero (mas bién pista forestal), podemos hacerlo desde el acceso de Calles o bién desde lo que antaño fuera el pueblo de Domeño, donde aún se pueden apreciar las ruinas del antiguo castillo dominando los exiguos restos del antiguo Domeño. En ambos puntos podemos dejar nuestro vehículo, (en autobús desde el municipio de Calles, o indicandole al chofer que nos deje en el embalse de Loriguilla, con dos posibles accesos andando)
Tuve la oportunidad de compartir este excursión con Pepe. No tuvo ninguna dificultad física, y es de una gran belleza. El rumor del agua corriendo nos acompañó todo el camino, pues todo el camino corre paralelo al río.
Paramos a comer en un área recreativa pegada a un tramo especialmente bonito del río. No éramos los únicos que estaban pateando esa zona. Pero tampoco estaba masificado de gente. Es curioso que un sitio tan bonito, y tan cerca de Valencia, no reciba más visitantes los fines de semana.
Además de disfrutar de la belleza del paisaje, Pepe y yo fuimos charrando animadamente de diversos temas. Eso también crea un buen ambiente en una salida a la montaña (aunque las opiniones sean contrarias).
En fin, fue un día perfecto de campo. El tiempo acompañó. La temperatura era excelente. Y el sol nos alumbró todo el camino sin apenas nubes.